Ciudadanos del noreste de México y cualquier territorio amenazado por el ecocidio

El ser humano en su evolución aprendió por la práctica y conocimiento de su entorno a cosechar sus recursos para alimentarse de ellos. El devenir del conocimiento heredado propició conglomerados poblacionales exitosos para la vida. Sin embargo, hoy las megalópolis y sus modos de producción ameritan cada vez más recursos para satisfacer una demanda de consumo de bienes y servicios. Una demanda que actualmente está por encima de la capacidad regenerativa de la tierra.

Conforme el hombre emprende sus tareas en el siglo XXI se vuelven menos evidentes sus capacidades que lo llevaron al éxito evolutivo, la transferencia del conocimiento, la práctica y el manejo de los recursos para su adaptación y bienestar en conjunto con el entorno natural que le rodea. El hombre contemporáneo busca solapar el daño causado a la Tierra con dinero y planes sin fundamento ecológico-social. El sistema extractivista envuelve al hombre a depender de corporaciones y olvidar su papel protagónico en el ejercicio de la reproducción social y el territorio por el manejo de los recursos naturales.

Las palabras emitidas por defensores y medios de comunicación bastan para rectificar los hechos ocurridos y alcances de los planes de desarrollo urbano de Monterrey, México (Dr. Jaime Leal Díaz, Reforestación Extrema, Monitor Político, ...). Las tareas de denuncia contra mega-proyectos que compadecen por el ecocidio son más evidentes por un movimiento ciudadano consciente de su supervivencia y del resto de los sistemas naturales que lo cobijan.
Permacultura México asume su papel para diseñar, masificar, practicar y vincular el bienestar de sistemas naturales que sostienen al sistema Tierra. El extraer, importar y diversificar los recursos desde cientos de kilómetros favorecen al agotamiento de las condiciones vitales de los ecosistemas, y la penuria en conocimientos de cada ciudadano para cosechar el agua, aire, suelo, alimentos y fuentes de energía aceleran la erosión de los recursos naturales.

Las labores con permacultura contrarrestan los efectos del deterioro del entorno natural y sus recursos, que incluyen el uso de otras fuentes de energía distintas a los hidrocarburos (ver Fundación Keshe), remediación del suelo, agua y aire. Todas estas capacidades para trasformar la Tierra están en mano de cada ciudadano, mediante su decisión, aprendizaje y ejercicio. La escala de estas acciones es local y su suma las hace regionales, con un mayor alcance que los mega-proyectos extractivos.

La cosecha es local, tu firma, participación, voz, denuncia y tareas son indispensables al movimiento.

Permacultura México.

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